La peruana de oro

Por Mono Derves

-donde esta mi hiiiiijooooo!!!!-grito una mujer -donde está!!!???.
la mujer parecía asustada, sus  ojos grandes y rojos por haber llorado, su pelo estaba  desordenado y opaco, y su mano puesta sobre la ventana de su departamento mirando hacia fuera donde todo era normal, afuera, donde los niños jugaban igual que siempre, donde no había preocupación en los rostros de los que pasaban por la calle que estaba a unos 10 metros de una cancha de babyfootball donde los niños jugaban.
<<¿por que ami?, ¿que hago?, ¿llamo a la policía?, Manuel se va a morir si se entera que nuestro hijo no esta.>> pensó la mujer mientras sus ojos temblorosos recorrían todo lo que alcanzaban a ver por la ventana.
-¿buscas algo?- era la voz de un hombre, pero no la de su marido,  era una voz gruesa e intimidante.
la mujer se dio la vuelta no por que quisiera saber quien le hablaba, solo fue por reflejo, sus ojos se agrandaron  mas aun.
no podía creer lo que veía, nos es normal ver a cell de Dragon ball en la vida rea, si, era cell y al lado un chiwawa que caminaba en dos patas, hablaba como un flaite y repetía casi todo lo mas importante que cell decía.
-Tenemos a tu bebé-dijo cell.
-zii longi, tenemo a tu huahua y no te piquí na a locga  o  te la pitiamoh..
la mujer no podía hablar  a causa del miedo, no entendía la situación y sus pies temblaban como nunca antes. Cell dejo una carta en la mesa que estaba  cerca de la puerta de entrada.
-léela, la escribió mi perro- dijo cell- ahí esta todo lo que tienes saber.¡hiip! oh, me dio hipo. ¡lipi!- grito cell a su perro. Lipi era el diminutivo de lipigas, una famosa marca de la industria del gas en Chile.
-shi mi xell, altoque ti remango las mangahh.
-aphuuu!rate.
Lipi trataba de alcanzar la manga de cell, pero no podía por su estatura, cell se agachó y lipi tomo la manga de su brazo izquierdo y la remango para que se le quitara el hipo, y así fue, el hipo que desfiguraba la cara de cell cada vez que lo atacaba, ya no estaba, de alguna manera lo que lipi hizo, funcionó.
- ya sabes, todo lo  que tienes que saber está en la carta-dijo cell.- Lipi vamos.
cell se agachó y le dio una palmada en el trasero a Lipi.
-¡huy! ¡cell , aquí no!-dijo  Lipi con el rostro enrojecido, mientras cell con una mirada coqueta lo miraba. La mujer aun estaba paralizada con lo que veía <<¿estaré soñando?>> pensó mientras Cell y Lipi se alejaban de la puerta, de su departamento y de su vista.
Cell y Lipi vivieron felices por siempre con su nuevo hijo al cual lo llamaron Alfrefo Lamadrid.
FIN.